Puesta a prueba de la hipótesis sobre la eventual relación
desempleo-patología. Más particularmente, se trata de
explorar la asociación desempleo-depresión.
A) HIPÓTESIS.
Con relación al análisis comparativo entre trabajadores empleados
y trabajadores desempleados formulamos la siguiente hipótesis:
- El sentimiento depresivo en la submuestra de desempleados,
será significativamente mayor que el correspondiente a la
submuestra de trabajadores empleados.
B) MÉTODO.
1. Muestra.
El trabajo de campo se desarrolla sobre una muestra aleatoria
de 10 jóvenes de ambos sexos, de edades comprendidas entre
los 18 y los 25 años, residentes en Tenerife y entorno metropolitano,
que incluye sujetos categorizables en algunos de los siguientes
tipo:
- desempleado (n=5). Persona que, habiendo o no estado empleada
con anterioridad, se encuentra en paro y busca empleo, estando
inscrita como demandante de empleo en una oficina del INEM,
desde hace por lo menos 8 meses. - Empleado (n=5). Aquel que,
desde hace por lo menos 8 meses, vive de los ingresos percibidos
por el desempeño de una actividad profesional en régimen de
jornada completa, contando con contrato laboral y estando
afiliado a la Seguridad Social.
El caso de los desempleados excluye de la población a estudiar
el colectivo de los parados desanimados (presumiblemente los
más deprimidos) el de quienes, desesperados ante la improbabilidad
percibida de encontrar empleo no toman siquiera la iniciativa
de inscribirse como demandantes de empleo en el INEM.
2. Cuestionario e instrumentos de medida.
El cuestionario utilizado para esta investigación fue la "escala
de autocalificación de Zung" cuya administración se realizó
de forma individual y tuvo una duración media de 25 minutos.
A todos los sujetos que accedieron responder a las preguntas
del cuestionario se les explicó el objetivo de la investigación
y se les comunicó que éste era totalmente anónimo, tratándose
sus respuestas de forma confidencial. A los sujetos desempleados
se les advirtió que nuestra investigación no tenía ninguna
relación con la oficina del INEM.
Dicho cuestionario consta de 20 ítems. Cada ítem tiene puntuaciones
entre 1 y 4:
- 1: Siempre.
- 2: La mayoría de las veces.
- 3: De vez en cuando.
- 4: Nunca
Incluye una gran variedad de síntomas asociados al estado
depresivo tales como tristeza, pesimismo, preocupaciones por
problemas de salud física... La suma de las puntuaciones de
cada individuo en cada uno de los ítems se tomó como medida
de depresión. El rango establecido de depresión fue 20-80,
con lo cual lo sujetos que se acercaran al valor más bajo
tendrán un nivel mayor de depresión versus con los sujetos
que se acercaran al valor más alto.
RESULTADOS.
1. Status sociolaboral y depresión.
Se constata una diferenciación relativamente significativa
entre los niveles de depresión medios respectivos de los grupos
de empleados y desempleados. El gráfico 1 (ver anexo) refleja
ese desnivel, destacando el primero de estos colectivos como
el menos afectado por el trastorno depresivo y el último como
el que más.
Los desempleados obtuvieron una media en depresión de 42.6
y los empleados de 58.4; con lo cual nuestra hipótesis inicial
se ve corroborada con estos datos.
CONCLUSIONES.
El objetivo principal de este trabajo ha sido el estudio de
la relación entre el desempleo y la depresión. Para su realización,
se ha llevado a cabo, en primer lugar, una descripción de
las investigaciones realizadas hasta el momento presente.
El análisis de los estudios realizados nos ha permitido considerar
los efectos psicosociales del desempleo desde una perspectiva
histórica desde la que poder arrojar luz sobre las funciones
que cumple el trabajo en las sociedades occidentales. Independientemente
de las diferencias metodológicas habidas en el transcurso
del tiempo, la inmensa mayoría de las investigaciones realizadas
indican que el desempleo tiene consecuencias negativas para
el bienestar psicológico de quienes lo sufren.
Los resultados de este estudio nos indican que las personas
desempleadas muestran unos mayores síntomas de estado depresivo
que las personas empleadas, aunque las diferencias no son
muy destacables, se puede observar que los desempleados sufren
una mayor tendencia hacia la depresión. De los enfoques teóricos
utilizados para explicar el proceso psicológico por el cual
el desempleo conduce a un deterioro del bienestar psicológico,
creemos que el modelo de Warr (1987), recogido de la teoría
de la deprivación de Jahoda (1979), es el que mejor puede
dar cuenta de los cambios en el medio asociados a la situación
de desempleo y que pueden ayudarnos a entender el deterioro
en la salud mental que generalmente acompaña al desempleo.
La evidencia empírica a la que hemos ido refiriéndonos a lo
largo de esta investigación revela que el desempleo provoca
cambios en el medio que pueden ser considerados como determinantes
del bajo nivel de salud mental de las personas que están en
una situación de desempleo. Entre esos cambios que caracterizan
dicha situación podemos destacar los siguientes:
1. Reducción de ingresos.
2. Restricción de la variedad de la vida personal.
3. Reducción de metas y actividades.
4. Disminución en la toma de decisiones.
5. Menor desarrollo de los conocimientos y capacidades personales.
6. Exposición a actividades psicológicamente desestabilizadoras.
7. Incremento en la inseguridad acerca del futuro.
8. Restricción de las relaciones interpersonales.
9. Pérdida de la posición y el estatus social.
En suma existe un notable consenso en torno a los efectos
patológicos del desempleo en las sociedades industriales.
La investigación analiza el impacto de la pérdida o carencia
de empleo sobre la calidad de vida individual y colectiva
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