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ANCIANOS
(Álvaro Guitiérrez Ancillo).
INTRODUCCIÓN
Envejecimiento, en biología, conjunto de modificaciones inevitables
e irreversibles que se producen en un organismo con el paso del
tiempo, y que finalmente conducen a la muerte. Tales cambios varían
considerablemente, en el tiempo y gravedad de los acontecimientos,
según las distintas especies, y de un organismo a otro. En el hombre,
estas modificaciones comprenden la reducción de la flexibilidad
de los tejidos, la pérdida de algunas células nerviosas, el endurecimiento
de los vasos sanguíneos, y la disminución general del tono corporal.
Los biólogos interesados por el envejecimiento investigan dichos
cambios o centran su atención en los déficit e incapacidades corporales
que se acumulan con la edad, si bien, estos parecen ser un resultado
más directo de las enfermedades, el estrés o factores ambientales.
No existe ningún consenso científico sobre la verdadera naturaleza
del proceso del envejecimiento.
TEORÍAS SOBRE EL ENVEJECIMIENTO
Aunque la investigación sobre el envejecimiento biológico no está
basada en ninguna teoría aceptada universalmente, los estudios genéticos,
celulares y fisiológicos han suscitado varias hipótesis. Uno de
los conceptos genéticos más importantes, la llamada teoría del error,
supone que las alteraciones propias de la edad se deben a la acumulación
de errores genéticos aleatorios, o a pequeños errores en la transmisión
de información genética. Estos daños o errores reducen o impiden
el funcionamiento adecuado de las células.
En los estudios celulares, la teoría del envejecimiento más conocida
está basada en el llamado efecto Hayflick, que recibió el nombre
del microbiólogo americano Leonard Hayflick. Éste observó en un
cultivo celular, que ciertas células humanas experimentaban sólo
un número limitado de divisiones celulares antes de morir. Este
hallazgo sugiere que el envejecimiento, está programado en el interior
de las células, y podría explicar las diferencias que existen en
la duración de la vida de las distintas especies animales, así como
la longevidad desigual de los distintos sexos en las mismas especies.
Por ejemplo, en la especie humana, las mujeres habitualmente viven
una media de 8 años más que los varones.
Las teorías fisiológicas del envejecimiento se centran en los sistemas
orgánicos y sus interrelaciones. Por ejemplo, una de las áreas más
investigadas en la actualidad es el sistema inmune que protege nuestro
organismo de las células extrañas. Una característica de los mamíferos
es que su sistema inmune pierde gradualmente su capacidad de enfrentarse
a las infecciones y a otras situaciones como el envejecimiento.
Como resultado, los anticuerpos que produce el organismo son incapaces
de distinguir entre células "amistosas" o "propias", y "enemigas"
o "no propias". Actualmente, la mayoría de los expertos consideran
que el envejecimiento no es el resultado de un mecanismo aislado
sino que comprende un conjunto de fenómenos que actúan en concierto.
ASPECTOS SOCIALES Y DEL COMPORTAMIENTO
El proceso del envejecimiento humano deba ser considerado también
en el contexto de sociedades complejas sujetas a grandes variaciones.
La forma en la que la población envejece no está totalmente determinada
por la biología, también está influida por las circunstancias sociales
y el ambiente individual. En consecuencia, el envejecimiento se
contempla cada vez más como un proceso que incluye aspectos culturales
y psicosociales. Además, en lugar de limitarse exclusivamente a
la etapa de la vejez, su estudio se está extendiendo a todo el periodo
vital.
El conocimiento adquirido a través de los estudios sociológicos
y del comportamiento, está contribuyendo a deshacer algunos de los
mitos establecidos acerca del carácter inevitable del proceso del
envejecimiento. Un ejemplo es la creencia de que la inteligencia
alcanza su nivel máximo en la adolescencia, deteriorándose a partir
de entonces; otro es el que se refiere al inicio del descenso irreversible
de la actividad sexual en la mitad de la vida, y sin embargo, actualmente
sabemos que ésta se mantiene incluso durante los últimos años.
Ya que el proceso del envejecimiento no es inalterable, los estudiosos
del comportamiento están buscando formas que puedan modificarlo.
Por ejemplo, se han encontrado ciertas técnicas de ayuda para evitar
la pérdida de memoria a corto plazo que experimentan algunos ancianos.
Se ha establecido un sistema de ayuda en el hogar como medida para
favorecer la vida independiente de los pacientes, consiguiendo en
ellos niveles de actividad superiores, incluso en algunos casos
que se consideran irrecuperables. También se ha comprobado que los
problemas nutricionales derivados de la disminución de los sentidos
del gusto y el olfato, son fácilmente resueltos con simples cambios
en la condimentación de los alimentos; además están siendo perfeccionados
los medios técnicos que permitan aliviar los problemas visuales
y auditivos de la vejez.
INVESTIGACIONES ACTUALES
Se presta particular interés a las necesidades nutricionales de
la edad, cambios en las reacciones frente a fármacos relacionados
con la edad y demencia senil.
Algunos investigadores también se hacen un gran número de preguntas
acerca de cómo pueden afectar al proceso de envejecimiento los cambios
sociales, cambios en los hábitos de consumo de tabaco, ejercicio,
costumbres dietéticas, fluctuaciones económicas, reformas políticas
y nuevas tecnologías.
ENFERMEDADES RELACIONADAS CON LA EDAD
1. ACCIDENTES VASCULARES CEREBRALES:
a) Enfermedades cardiovasculares en general, principal causa de
fallecimientos en el mundo: al menos 15 millones de muertos al año;
b) Accidentes vasculares cerebrales: 4,6 millones de muertos al
año en todo el mundo, sobre todo (2/3) en los de más de 65 años.
En Francia: de 130.000 a 150.000 casos anuales.
2. OSTEOPOROSIS: Afecta a una de cada dos mujeres después de los
50 años y a un hombre de cada ocho. En Francia: 70.000 nuevos casos/año;
de ellos, 40.000 fractura del cuello del fémur. En Estados Unidos,
10 millones de personas enfermas ( más de dos millones son hombres);
en total 1,5 millón de fracturas anuales debidas a la osteoporosis.
En todo el mundo, 40 millones de personas afectadas en 1995.
3. ENFERMEDAD DE PARKINSON: Casi el 1% de la población después de
los 60 años, sobre todo los hombres. 50.000 nuevos casos anuales
en Estados Unidos; en total 500.000 norteamericanos afectados y
80.000 franceses.
4. CÁNCER DE PRÓSTATA: En Estados Unidos 184.500 nuevos casos al
año; segunda causa de muerte por cáncer en los hombres. En Francia
afecta a más de 9.000 hombres anualmente, sobre todo después de
los 65 años. En todo el mundo: 235.000 muertes en 1997.
5. ENFERMEDAD DE ALZHEIMER: Representa del 50% al 70% de los casos
de demencias; menos del 1% de los europeos están afectados entre
65 y 70 años; aproximadamente el 15% después de los 85 años (globalmente:
3% de la población europea de más de 65 años). Afecta a 4 millones
de americanos (aproximadamente, 21.200 muertes anuales).
Demencia senil, forma clínica de deterioro intelectual del anciano.
Alrededor de un 10% de todas las personas mayores de 65 años sufren
un deterioro intelectual significativo. Aunque una quinta parte
de los casos se debe a causas que pueden ser tratadas, como por
ejemplo reacciones indeseables a fármacos, la mayoría padecen la
enfermedad de Alzheimer. La demencia senil se inicia por fallos
en la atención y la memoria, pérdida de habilidades matemáticas,
irritabilidad, pérdida del sentido del humor y desorientación, tanto
temporal, como espacial. El Alzheimer es una enfermedad de progresión
lenta y conduce a la muerte en un periodo de 5 a 15 años. No se
conoce tratamiento para la enfermedad de Alzheimer. Una forma clínica
especial afecta a personas más jóvenes; se llama enfermedad de Pick
o demencia presenil.
GERIATRÍA
Especialidad médica que se ocupa de las enfermedades de los ancianos
y de su tratamiento. El interés creciente por la geriatría se debe
al incremento progresivo del número de ancianos en la sociedad.
Este fenómeno se debe a los progresos médicos y sociales, que han
elevado la esperanza de vida en occidente desde los 47 años de 1900
hasta los 75-77 años de 1990. Se espera que la población anciana
se incremente aún más en las próximas décadas, especialmente los
mayores de 85 años.
En 1978 se empezó a recomendar oficialmente en occidente la integración
de la geriatría en la formación de los médicos. En muchos países,
entre ellos España, la geriatría es una especialidad reconocida
oficialmente. En los hospitales se han desarrollado unidades y servicios
geriátricos, y se han establecido clínicas geriátricas para pacientes
ambulatorios. Todos estos centros trabajan con un presupuesto fundamental:
la mayoría de los problemas específicos de los ancianos no son curables,
pues van implícitos en el envejecimiento; sólo son mejorables.
El problema más grave de los ancianos es el deterioro intelectual.
En 1980 se calculó que un 10% de los pacientes mayores de 65 años
presentaban un deterioro mental grave. No obstante, esto no es siempre
inevitable: el envejecimiento no ha de llevar implícitos la demencia,
la confusión, la depresión, las alucinaciones o las desilusiones.
El deterioro intelectual es reversible en un 20% de los casos. Las
alteraciones de la glándula tiroides, las alteraciones del sueño,
las depresiones producidas por la muerte de seres queridos, las
enfermedades metabólicas e infecciosas y los efectos secundarios
de algunos tratamientos son causas tratables de alteración mental.
Esta última causa es muy importante: los ancianos toman una media
de 13 medicinas diferentes cada año. Muchos de estos fármacos interaccionan
entre sí, presentan efectos tóxicos, o se metabolizan más despacio
en los mayores, aumentando el riesgo de interferir con las funciones
mentales. Todo médico que trate a un anciano debe tener presentes
estos problemas.
Los ancianos también son más susceptibles a las enfermedades que
se padecen a cualquier edad. Lo demuestra su mayor riesgo de muerte
tras padecer simples gripes o enfriamientos. El calor excesivo también
es peligroso: en la ola de calor de 1980 la tasa de defunción de
ancianos fue diez veces mayor que la de personas de otras edades.
Por último, las enfermedades progresivas acaban afectando con mayor
intensidad a las personas de edad: cardiopatías, artrosis, artritis,
diabetes mellitus, glaucoma, cataratas. El envejecimiento y debilitamiento
del sistema inmune facilita la mayor incidencia de enfermedades
cancerosas en los ancianos.
GERONTOLOGÍA
Ciencia que se ocupa de las personas mayores y en especial de los
aspectos sociales y de conducta del envejecimiento.
PROBLEMAS DE LA TERCERA EDAD
Los gerontólogos estudian el comportamiento de la sociedad con las
personas mayores y sus principales problemas (salud e ingresos).
Entre los problemas de salud se encuentran la pérdida normal de
audición, visión y memoria, enfermedad de Alzheimer y la mayor incidencia
de enfermedades crónicas. Estas pérdidas son graduales y avanzan
a diferentes velocidades según el individuo. En la mayoría de las
sociedades industrializadas el alto coste del tratamiento de enfermedades
crónicas ha sido asumido, al menos en parte, por políticas de seguridad
social.
El segundo problema de las personas mayores es el nivel de ingresos
y el bienestar económico. Dado que la mayoría de las personas mayores
ya no trabajan, necesitan disponer de algún tipo de ayuda económica.
Las sociedades industrializadas conceden, por lo general, sistemas
de pensiones y servicios de seguros médicos. A pesar de ello, muchas
personas mayores (en su mayor parte mujeres y miembros de grupos
étnicos y de otras minorías con una seguridad económica casi siempre
precaria) viven prácticamente en el nivel de pobreza.
En Occidente se tiende hacia una jubilación voluntaria antes de
los 65 años, cuando la persona todavía dispone de un capital suficiente
y puede aprovecharlo.
Las personas mayores en su mayoría están casados y viven con su
pareja en su propia casa. Sin embargo, dado que la tasa de mortalidad
del hombre es más alta que la de la mujer, hay una mayoría de ancianas
viudas, que, en Occidente, siguen viviendo en su propio hogar solas.
Sólo el 20% de las personas mayores vive en el hogar de un hijo
adulto (mayoritariamente personas muy mayores o que tienen graves
problemas de salud) y un 5% en instituciones como hospitales o residencias.
Tanto las personas mayores como sus hijos expresan una fuerte preferencia
por una forma de vida independiente, aunque la mayor parte de las
primeras viven próximas a alguno de sus hijos.
En la tercera edad, las relaciones sociales pueden estar dificultadas
por factores como limitaciones de salud, fallecimientos de miembros
de la familia y amigos, pérdida de compañeros de trabajo y falta
de un medio de transporte adecuado al alcance de su bolsillo. En
cambio muchas personas mayores invierten todo el tiempo y la energía
posible en estar con amigos y familiares y muchos encuentran nueva
compañía en centros especiales y clubes de ocio para la tercera
edad.
ACTITUD HACIA LAS PERSONAS MAYORES
En muchos sentidos las personas mayores se encuentran en desventaja
tanto por el culto a la juventud existente en nuestro tiempo como
por la tendencia de la sociedad occidental a rechazar la muerte.
Aunque a las personas mayores se les suelen aplicar los estereotipos
de débiles y dependientes de las generaciones más jóvenes para tomar
sus decisiones, a menudo tienen un gran nivel de moralidad, satisfacción
de la vida y autoestima. Antiguamente, las personas mayores gozaban
de gran respeto (como todavía ocurre en países como China y Japón),
por cuestiones educativas o morales y también por aspectos más interesados,
ya que eran ellos los propietarios de bienes que podían ser heredados.
En algunas sociedades gozaban de poder político (consejos de ancianos).
Sin embargo en la mayoría de las sociedades modernas los jóvenes
son independientes y sus actitudes ante la vida no dependen tanto
de sus familiares o allegados más mayores.
Las sociedades modernas tienen la obligación de garantizar a las
personas mayores que tengan cubiertas sus necesidades básicas y
que dispongan de los recursos suficientes para seguir viviendo de
forma útil y satisfactoria dentro de la comunidad.
Residencia de tercera edad, también denominadas residencias de personas
mayores, antiguamente asilos de ancianos, instalaciones que cuidan
o asisten a personas de la tercera edad que no pueden o no desean
permanecer en sus viviendas. Junto a las residencias y asilos existen
también hogares sufragados por las administraciones locales o por
organizaciones de beneficencia. La reducción del núcleo familiar
en los últimos cien años ha provocado una fuerte demanda de plazas
en este tipo de instalaciones.
COMENTARIO PERSONAL Y FE
El Año Internacional de las Personas Mayores, es un momento óptimo
para tratar detenidamente el tema de los ancianos, que suscita un
especial interés.
Las personas mayores, en general, son entrañables, están experimentados
en la vida, y por esta razón pueden ser especialmente útiles. La
vejez acrecienta la sabiduría, da consejos más maduros. Todo esto
es fruto de la experiencia, porque el tiempo es un gran maestro,
tal como se ve reflejado en la carta de Juan Pablo II a los ancianos.
La vejez se presenta como un tiempo favorable para la culminación
de la existencia humana, para formar parte del proyecto divino,
y comprender mejor el sentido de la vida. Es la etapa definitiva
de la madurez humana.
Las vicisitudes de la vida han hecho a los ancianos expertos y maduros.
Y desde estos aspectos deben realizar una llamada a la mutua dependencia
y a la necesaria solidaridad que une a las generaciones entre sí,
porque toda persona está necesitada de la otra y se enriquece con
los dones y carismas de todos.
Debemos hacer balance, especialmente las personas mayores, de todo
lo ocurrido para que la historia no se repita. Las personas mayores
nos marcan el camino a seguir con su sabiduría, otorgada por su
vivencia y que les queda siempre a pesar de que a menudo enfermen
y pierdan facultades físicas y psíquicas.
Lejos de las preocupaciones de otras edades, los ancianos mantienen
una relación con las personas mucho más sociable y humanitaria.
EXPERIENCIA PERSONAL
Por mi experiencia personal me he percatado de que los ancianos
te orientan hacia la vida, utilizando su sabiduría, madurez y experiencia
de la vida para dar buenos y sabios consejos. Con esta aportación
se hacen muy necesarios para evitar cometer errores que ellos mismos
o su generación cometieron.
Álvaro Guitiérrez Ancillo |
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