PARA
ENFRENTAR LA INDIFERENCIA... UNA CONFIGURACIÓN EPISTEMICA
HUMANA Y COMPLEJA (Nicolás Guillén)
Para Sebas, y mis Alumnas y Alumnos
INTRODUCCIÓN
"Mire la Calle.
Cómo puede usted ser
indiferente a ese gran río
de huesos, a ese gran río
de sueños, a ese gran río
de sangre, a ese gran río?"
El tema de lo epistemológico y de lo paradigmático en las
ciencias sociales y su relación con los sujetos, sus modos
de ser y vivir, han hecho curso en los últimos días. Es llamativo
que aparezca el tema en los medios de comunicación masiva.
Las condiciones de vida y las situaciones de alta conflictividad,
exclusión, y las actitudes de indolencia, apatía o indiferencia
nos impulsan a reflexionar acerca de las condiciones, modos
e intenciones del conocer. El contexto nos mueve a comprender
las prácticas sociales en las que el conocimiento circula,
se legitima y se ejerce. También, nos exige reconocer el papel
que el conocimiento juega en los procesos de construcción
los sujetos y de éstos, en la configuración de lo social.
Estas preocupaciones restablecen, como uno de los nudos de
reflexión, la pertinencia del quehacer presente y futuro de
las ciencias, y llevan a orientar la mirada hacia las inquietudes
y los desafíos propios de la responsabilidad y de la eticidad
de los intelectuales y académicos.
Sin lugar a dudas, el interesarse por lo epistemológico, en
el contexto actual, lleva a replantear las relaciones ciencia
y ética, conocer científico y vida, como habitantes de este
planeta, con gentes y pueblos que, desde sus desasosiegos
y penas, aún se empeñan en empresas portadoras de libertad
y vitalidad.
La necesidad y urgencia de abordar este tema puede ser un
síntoma de que se están quedando cortas, por insuficientes,
nuestras estrategias de conocimiento de la realidad. Es común
reconocer como los jóvenes ya no entienden el presente y el
futuro con los cánones de sus padres; en las escuelas, los
liceos y las universidades, parecería que ya no se enseña
nada que permita, a muchachas y muchachos, construir un mañana,
una propuesta, un derrotero; recreando la memoria y los acumulados
científicos, proyectándolos como un faro que, con su haz de
luz, aclare y devele los nichos o espacios sociales, en donde
lo inédito pueda ser posible, viable y vigoroso.
Parecería que nos estamos quedando cortos en revisiones y
reinvenciones; quizás, porque empezamos a conocer, crear y
aplicar paradigmas, modelos conceptos, discursos sin sujetos,
sin historias, sin presencias y por consiguiente, sin compromisos.
Que es lo mismo que decir: nos leemos desde patrones y plataformas,
hoy las neoliberales, que nos indican y guían en un solo sentido
la comprensión y acción que desarrollamos sobre la realidad;
donde se agotan las funciones cognitivas, o se repiten acríticamente
las clásicas, dando cuenta de unos tipos de inercia mental,
rutinas y lógicas o razones instrumentales, reductivas y simplificadoras
por un lado, y, por el otro, de intereses teóricos y extra
teóricos técnicos que controlan toda apertura u opción alternativa,
problematizadora y contextuada en los retos actuales. "En
efecto, la inercia mental y los intereses siempre han sido,
a lo largo de la historia de la ciencia, los dos grandes obstáculos
que han frenado el cambio, la innovación y el progreso: la
inercia mental porque se rinde ante el esfuerzo y el trabajo
y cede a la comodidad momentánea y a la ley del menor esfuerzo;
y el interés porque siempre antepone las ventajas personales
a lo que sería un bien para muchos." (ZEMELMAN;00)
Estos modelos están inhabilitados y nos inhabilitan para desarrollar
procesos de reflexividad de segundo orden, para dar cuenta
de los referentes desde los que estamos leyendo, comprendiendo
y dando sentido al contexto en el que vivimos y que nos condiciona
o en algunos casos nos determina en nuestras posibilidades
de ser, hacer, tener, sentir y pensar. Como diría Edgar Morin:
" Las ciencias no tienen conciencia de los principios ocultos
que gobiernan sus elucidaciones. Las ciencias no tienen conciencia
de que les falta conciencia." (MORIN; 84)
Esta situación no es nueva, desde siempre existieron mentes
formateadas en un paradigma y en un modo de entender el cómo
y para qué conocer; pero no es el formato el que hace al sujeto
y a los modelos sociales, por el contrario es la recursividad
existente entre los diferentes modelos sociales, políticos,
económicos y culturales, y son los individuos y grupos organizados
como hegemonías de poder, que los configuran desde sus intereses.
Por ejemplo, desde el nacimiento de las sociedades burguesas,
surge el asunto de pensar a las personas en su vida, honra
y bienes, hoy después de cuatro siglos nuestros líderes políticos,
empresariales y militares, el vecino y nosotros mismos venimos
recitando que "la guerra es siempre una amenaza para la
propiedad, la vida y la libertad de los individuos"...
esto lo decía Locke, por allá en 1680. Lo más interesante
es que desde este modelo y propuesta de comprender la sociedad,
que se llamó "empirismo", no podemos develar los sentidos
y relaciones de poder que impulsan a aquellos que expanden
sus propiedades con la guerra, a los actores que comercian
con la vida de las personas o, a aquellos que atentan
contra la libertad de pensar, de opinar, de reconocer la realidad,
porque se lucran al coartar las libertades de otros, reforzando
imaginarios institucionales y políticos antidemocráticos,
caracterizado por el diseño y la aplicación dispositivos panópticos
para ejercer control. ¿Cuántos sondeos de opinión, noticias
y entrevistas publicadas o trasmitidas por los medios nos
saturan de palabras repetidas y tendenciosas, sin dejarnos
espacio y tiempo para pensar autónomamente?
Es así, como a lo largo de la historia de la humanidad y de
las ciencias, las epistemes se van configurando en relación
a las necesidades de una hegemonía en el poder y a las exigencias
de un modelo ideológico/económico. Si esto es así, ¿ Cuál
es el modelo que hoy se nos impone? No es el iluminista, ni
el racionalista. Es el pensamiento light, el débil pensamiento
que por sus fragilidades para asumir la complejidad social,
se nos presenta dictador, gendarme y carcelero; llevando a
las personas a no preguntarse; porque ya están expuestas y
circulando, todas las respuestas que pueden ser administradas
y consumibles. Eso sí, estas dependerán en su calidad y eficacia
del poder adquisitivo del consumidor, que sin mayores razonamientos
acepta lo que el mercado ofrece como satisfactor, material
y/o simbólico, a sus necesidades e inquietudes.
Desde una postura epistemológica crítica y compleja, que como
toda opción en lo social es de naturaleza política, el desafió
que se nos presenta es pensar cómo desarrollar competencias
y capacidades para romper con los límites establecidos por
un modelo ideológico, económico y epistémico simplificador,
opresor y reductivo. Es un imperativo plantear y respondernos
la pregunta sobre cómo promover y mantener en las personas
una disposición a pensar y pensarse, a observar y observarse
a construir y construirse en condiciones y dinámicas socioculturales
que privilegian, simplemente, la capacidad de hacer y de un
hacer intencionado a la reproducción del modelo y a asegurar
la sobrevivencia de algunos individuos en él.
Es así como el conocimiento y sus procesos de producción enfrentan
el peligro de reducirse por intereses técnicos y razones instrumentales,
a veces sofisticadas y sutiles; pero siempre dependientes
de los requerimientos que plantean aquellos grupos que detentan
el poder. Es quizás por esto que la responsabilidad de muchos
intelectuales contemporáneos se reduce a plantear sistemas
lógicos y coherentes, diagnósticos rápidos y proyectos circunstanciales.
Modelos teóricos, esquemas descriptivos o prospectivos inhabilitados
para ahondar en lo más profundo de las circunstancias del
momento; porque carecen de perspectivas complejas y de posturas
críticas desde donde organizar el pensamiento.
Lo anterior nos permite llamar la atención sobre reflexiones
epistemológicas que convierten al orden establecido en su
propio régimen y lógica, asumiendo , como propios, los parámetros
y ángulos de indagación y respuesta impuestos por el poder
económico e ideológico. Los que conocen y las construcciones
de conocimiento quedan así, refugiadas en el simplismo justificado
con argumentos pragmáticos y técnicos que no hacen sino ocultar
lo que subyace: las necesidades de una hegemonía en el poder
y las exigencias de un modelo ideológico/económico que los
sostiene.
Pero este pensamiento y estas concepciones que se nos presentan
autoritarias, gendarmes, carceleras; que se nos imponen desde
la exclusividad, solidez (cristalización) pueden ser interrogadas
y transformadas asumiendo, entre otras cosas, actitudes epistémicas
para construir, organizar y recrear conocimientos para la
vida, estas son: indignación, autonomía, apropiación,
y esperanza son posturas que se sitúan en la base
de cualquier revolución científica.. Por ello una episteme
alternativa y compleja, entendida como nicho ecológico de
generación de conocimiento (GHISO, 00) contiene, en si mismo,
la semilla de la inestabilidad, de la autopoiesis, de
la autoecoorganización, del diálogo crítico con lo diverso
y de la recursividad generadora.
Desde estas actitudes y situados en ámbitos configuradores
de epistemes alternativas y complejas, es posible desafiar
los modos de entender lo social, retando las lógicas impuestas,
reclamando, alertando y exigiendo a investigadores e intelectuales
discernimiento crítico constante. Hoy, más que nunca, es indispensable
esfuerzos de develamiento crítico y propositivo que enfrenten
los discursos fundamentalistas que se suponen portadores de
la verdad ahistórica, homogénea única y controladora de todos.
Las ideas que compartimos hacen parte de reflexiones caracterizadas
por procesos de contextualización, problematización y reconceptualización;
buscando recrear los modos de comprender, explicar, expresar
y actuar en el campo de las ciencias sociales y humanas.
CONOCER UNA PRACTICA SOCIAL...
Desplazar el debate
desde el discurso, al
sujeto sentipensante, al
sujeto de la praxis.
La tradición científica ha centrado reflexión epistemológica
en las disciplinas y objetos de conocimiento, las estructuras
y modelos de validación de los constructos teóricos desarrollados,
dando cuenta de formas - formatos - y conceptos. Ha venido
reflexionando el paso de la explicación a la predicción desde
las regularidades y leyes concebidas y aplicadas. También,
el asunto de los métodos ocupa un lugar de importancia y,
muchos de los discursos acumulados lo refieren, dando la idea
de una filosofía del método, guiada por intereses técnicos.
Es notable que la filosofía de las ciencias y la epistemología
como reflexión acerca de los modos de producir conocimientos
no abordan con suficiencia y no saturan el estudio cuando
se trata el tema del conocimiento como práctica social histórica
y culturalmente contextuada, circunstancia ésta, que pone
límites tanto en reconocimiento como en la comprensión de
este que hacer social, que permite apropiar, contextualizar,
problematizar y recrear conocimientos. Lo anterior, pone en
evidencia el abandono de la reflexión sobre la acción de observar,
seleccionar, interpretar y validar los conocimientos y las
practicas sociales que los generaron; prácticas orientadas
por intereses teóricos y extrateóricos.(HABERMAS,82)
Es notable que las reflexiones académicas eludan comprender
el conocer como una "práctica social". Retomemos una frase
célebre: "...hasta el momento sólo se ha especulado, de lo
que se trata ahora es de hacer ciencia" Comte.
Es de advertir, que la construcción conceptual y discursiva
de la academia, a pesar de sus propios llamados de atención,
ha separado la ciencia de la práctica humana, diluyendo o
encubriendo su naturaleza cultural, social, política e histórica;
fabulando con discursos impersonales, neutros y asépticos.
Negando así, la condición histórica y singular que posen los
procesos intra e intersubjetivos de producir conocimiento;
porque reconocer esto es hacer conciencia expresa de que tanto
la ciencia, como el conocimiento que se genera, concuerdan
con posturas frente a los modos de producción social de la
vida; siendo estas decisiones u opciones las que configuran
el sentido al quehacer científico.
Por qué abordar una reflexión epistemológica, desde aspectos
que la epistemología y la ciencia tradicional excluyen. La
respuesta puede ser para muchos evidente; pero el reto es
hacer explícita la obviedad, para que tenga existencia, para
que, así, sea reconocida y repensada. Reconocer que la construcción
de conocimiento es una práctica social, que se desarrolla
desde una postura frente al contexto, es reconocer que el
conocimiento se produce desde opciones, emociones y reacciones
(MATURANA; 97); siendo éste el enclave generativo de prácticas
sociales que, o afianzan la autoridad gendarme, carcelera
(MORIN;94) que impone un modelo de pensar y responder sumisamente
a los modos de producción y reproducción de lo social, o que,
enraizándose en emociones, reacciones y opciones mueven
a la pregunta, a la problematización y transformación de los
modos de comprender, explicar, expresar y construir lo social
con una perspectiva planetaria y humana.
Conocer entonces, es un hacer algo intencionadamente, en un
contexto histórico, cultural y social, esta relación entre
intención y contexto le imprime un modo, una estructura y
un significado a la acción y a los resultados de la misma.
Conocer, aunque sea un quehacer solitario, es un quehacer
social, porque su sentido se construye en interacciones, a
través de las diferentes coordinaciones de acciones, adentro
de redes de actuaciones comunicativas.(HABERMAS, ;MATURANA
97)
Conocer, como toda práctica social es un quehacer que se caracteriza
por aspectos explícitos e implícitos, por la toma de decisión
y el uso de bienes culturales materiales y simbólicos, por
transitar por momentos y por espacios privados, públicos,
íntimos, externos. Es una práctica social que puede ser calificada
como legal o ilegal; socialmente legítima o ilegitima. Como
todo quehacer social entra en esa red de coordinaciones configurando
comunidades de práctica - los académicos, los investigadores,
los intelectuales...- que acuerdan sentidos comunes; lo que
posibilita mantener o recrear sentidos y significados, resituando
y relacionando de manera singular esfuerzos - vitalidad,
poder -, trabajos - productos, resultados, datos -
y acciones - decisiones, actuación comunicativa, opciones
- (ARENDT; 74)con los diferentes planos donde se construye
lo social: lo comunitario, las instituciones y las redes.
El conocer, como práctica social, genera cohesiones, porque
los colectivos, grupos o comunidades investigativas o académicas
se esmeran en compartir un repertorio discursivo y empírico
desde los que pueden establecer distinciones, competencias
y luchas por el poder en los diferentes campos disciplinares.
Este efecto de unión y contacto está mediado por procesos
de apropiación y de aprendizaje, que cualifican a los sujetos
de las prácticas; que, aunque por momentos, no lo explicitan,
todos se reconocen en el inacabamiento, en la posibilidad,
en el darse cuenta que las prácticas sociales del conocer,
no tienen punto final, no tienen clausuras y la única manera
de entenderse sujetos praxis es reconociéndose en lo desconocido,
en la apertura a lo inédito, a lo inexplorado, a lo ignorado.
Otra característica de esta practica social llamada conocer
es que es socialmente multireferenciada, con ello queremos
decir que es un quehacer conexo con la historia, la vida cotidiana,
el trabajo académico, los intereses personales extrateóricos
y los teóricos. Es práctica social que puede ser relacionada
con paradigmas, enfoques, plataformas, opciones. Es una práctica
que construye sus referentes desde lo intimo y privado, como
también en lo público y en lo institucional. Es una práctica
vinculada a sistemas, circuitos y redes de información y comunicación
. Es un ejercicio soportado en valores diversos y contradictorios.
Es una práctica que se referencia, o sea que cobra significados
y sentidos particulares en campos de disputa disciplinares
e interdisciplinares. Es una practica que como muchas en el
orden de lo socio político configura su perfil desde las relaciones
que establece con el ejercicio y las instancias de poder.
Todo lo señalado, nos permite nuevamente plantear la necesidad
de interrogar críticamente la práctica social de conocer,
transitando del debate en torno a los discursos, a la discusión
sobre el sujeto cognoscente, sentipensante; para construir,
organizar y recrear conocimientos para la vida. Se requiere,
entonces, pensar opciones, posturas, actitudes y referentes
que sitúen a los sujetos en la posibilidad y en el deseo -
utopía - de desarrollar una episteme alternativa y compleja,
que reubique crítica y propositivamente la práctica social
de conocer, en los retos del contexto y, en la permanente
humanización de las condiciones de vida. (MORIN; 99)
RECREAR CONOCIMIENTOS PARA LA VIDA · CLAVES EPISTÉMICAS
"El progreso del hombre fue posible
porque la razón se había atrevido a
pensar en contra de la razón" (Lakatos)
Indignación
Reparar y reponer en la vida y en las prácticas sociales la
indignación como motor de inconformidad vital, como
desestabilizador de rutinas, de acostumbramientos, de acomodamientos;
como movimiento vivencial y racional antagónico con la indiferencia
como sistema de sobrevivencia humana. (FREIRE;01)
La indignación, como actitud básica que reconstituye sujetos
sociales pensantes, emotivamente vigorosos y capaces de repeler
las construcciones argumentativas que se lucran por sostener
la guerra, de aborrecer las teorías económicas y sociales
que someten a la mayor parte de los continentes en la miseria,
de sentirse ofendido ante los presupuestos científicos de
industrias multinacionales empeñadas en lucrarse de la destrucción
del medio ambiente, de esta tierra patria. Indignación como
actitud epistémica que lleva a incomodarse ante la discriminación
y exclusión de miles de personas de los avances científicos
en el campo de la salud, la ingeniería sanitaria, el uso de
energías limpias y de bajo costo. Indignación que lleva a
poner en tela de juicio las verdades eternas, los dogmas que
mantienen autoridades académicas en sitiales de poder, desde
donde ejercen padrinazgos y clientelas; oponiéndose sistemáticamente
al recambio generacional, fortaleciendo el patriarcalismo
y sosteniendo una ciencia racista, intolerante y fundamentalista.
La indignación como actitud epistémica es un nicho en el que
se generan preguntas, se alteran rutinas que llevan a la entropía;
abriendo a nuevas búsquedas y proyectando al sujeto a inéditos
viables; sabiendo que al imaginar, se empieza a cambiar. La
indignación es entonces, un motor epistémico que mueve al
conocer alternativo.
Esta disposición y actitud, asumida día a día, configura un
sujeto epistémico capaz de reaccionar contra todas las prácticas
y teorías, por medio de las cuales, las hegemonías en el poder
sostienen la inequidad como sistema social; naturalizando
un sistema económico injusto, que les permite proclamar el
fin de la historia. (FUKUYAMA; 95)
La indignación caracteriza a los individuos como sujetos capaces
de constituirse en actores sociales reflexivos y constructores
de preguntas y de propuestas. No será por medio de la imposición
de modelos, sino, por el contrario, desarrollando ambientes
caracterizados por interactuaciones multidimensionales transformadoras
de nuestras vivencias y experiencias, no sólo en lo teórico
sino también de posturas y formas de actuar y conocer, ya
que desde una manera compleja estas dimensiones son inseparables
en el convivir humano.
"Pero si un día me demoro
no te impacientes,
yo volveré mas tarde.
Será que al a más profunda alegría
Me habrá seguido la rabia ese día:
LA RABIA SIMPLE DEL HOMBRE SILVESTRE
LA RABIA BOMBA,
LA RABIA DE MUERTE
LA RABIA IMPERIO ASESINO DE NIÑOS...
Si hay días que vuelvo cansado
Sucio de tiempo
Sin para amor,
Es que regreso del mundo
No del bosque, no del sol
Esos días, compañera
Ponte alma nueva
Para mi mas bella flor"
Silvio Rodríguez
Autonomía
Así como el sistema social, político y económico se empeña
en formatear hombres y mujeres ligth; también emprende la
tarea de configurar individuos incapaces de auto - nombrarse,
de reconocerse en sus contextos, en sus potencialidades y
limitaciones. Un modelo social que nos inhibe e inhabilita
en el desafío cognitivo más complejo: "Conócete a ti mismo"
. Y como diría Octavio Paz, en una expresión plena de recursividad:
"para que pueda ser, he de ser otro, salir de mi, buscarme
entre los otros, los otros que no son, si yo no existo, los
otros que me dan plena existencia. Estamos condicionados
por dinámicas sociales y políticas que nos llevan permanentemente
al desconocimiento de nosotros mismos, en el desconocimiento
del otro. Perdiendo la conciencia de que "como humanos sólo
tenemos el mundo que creamos con otros" (LAKATOS) El romper
con lógicas y modelos que formatean el pensar; el enfrentar
discursos sociales plantean al borramiento de los sujetos
en sus singularidades (sentidos de vida) y particularidades
(construcciones culturales) es fundar desde la autonomía una
episteme que asume el reconocimiento y el autonombrarse como
punto elemental e imprescindible de toda proceso cognitivo
cotidiano o científico que pretende comprender o explicar
la construcción sociocultural de la realidad.
Es notable como en los albores del pensamiento científico
de occidente, los filósofos dan cuenta de la génesis de todo
conocimiento en una máxima que conmina al "conócete
a ti mismo..." En este dictamen se condensa el principio
y la condición de autonomía. El conocer, el preguntarse, el
hacer consciencia, el investigar repele la dependencia, la
imposición, la opresión. No hay construcción de conocimiento
en el desconocimiento del sujeto como generador y productor
consciente y autónomo de prácticas, relatos, discursos y proyectos.
La autonomía como actitud se configura y configura en procesos
y dinámicas de reconocimiento, reinvención y autorreflexión,
en estos movimientos se develan y analizan, comprenden y explican;
cobran sentido las interacciones con los otros, con el medio
y con aquellos medios interactivos y vivenciales que portan
los acumulados simbólicos - discursos, expresiones estéticas,
acumulados científicos -. El "Conócete a ti mismo"... nos
proporciona elementos para comprender que nos hacemos sujetos
en el cambio y que lo invariable en nosotros y en nuestros
nichos de conocimiento es la mudanza, la transformación y
la "crisis". De aquí que autonomía no es sinónimo del "yo
soy así, para siempre"; por el contrario las primeras tareas
en el campo del conocimiento, desde la autonomía, tienen que
ver la comprensión del cambio con incertidumbre y de la transformación
caótica, como condición de existencia de lo social y del sujeto.
No te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo.
Benedetti M.
Apropiación.
Somos testigos de como amplios sectores de la sociedad van
perdiendo sus capacidades de relatar, argumentar, explicar,
interrogar. Vamos paulatinamente perdiendo nuestras palabras
aquellas que nos permitían apropiarnos del mundo desde la
particular riqueza cultural. Estamos perdiendo pretextos,
fundamentos y argumentos y lo que es peor a esta carencia
se le suma un empobrecimiento en las concepciones sobre la
realidad. En relación a esto, es sano llevar a cabo un análisis
crítico y en profundidad de las concepciones que de lo social
en sus dimensiones éticas, políticas, económicas, culturales
y ambientales se expresan en los discursos generados a la
sombra del lo que hemos venido denominando paradigma de la
complejidad. Tenemos que hacer conciencia, contextuar y problematizar
estos discursos y darnos cuenta si realmente enriquecen
el pensamiento o, más bien, lo disminuyen sacrificando su
apertura y su capacidad de establecer múltiples articulaciones.
Los procesos de investigación, de generación y negociación
cultural de conocimientos tienen a la base una actitud de
apropiación, que es lo mismo que decir hacer propio ese bien
cultural material o simbólico. Apropiar es decidir que hacer
con él. A la apropiación como actitud que configura el conocer
se la ha venido asociando al acumular información, paquetes
técnicos y productos. Poco se ha desarrollado el concepto
de apropiación de conocimientos ligado al ejercicio del conocimiento.
Quizás porque relacionar estos dos conceptos nos sitúa nuevamente
frente al problema del poder, donde el conocimiento es un
poder que se potencia y se ejerce desde una postura ética
y política. Es por ello que las reflexiones epistemológicas
se han venido realizando en la lógica del objeto, donde no
tiene importancia interrogarse y problematizar los sentidos
que tienen el conocimiento y su construcción, pues se agota
en la simple apropiación o mejor posesión del objeto y la
acumulación organizada de datos que faciliten su cristalización.
En cambio, asumimos la apropiación en la lógica del ejercicio
del conocimiento y desde la búsqueda de la pertinencia como
condición epistémica, la idea de apropiación nos sitúa en
aquello: proceso, objeto o resultado que por ser apropiado
- adecuado - es apropiable, es ejercible. Nuevamente la reflexión
nos pone en evidencia que el proceso del conocer no es un
problema de la realidad social como objeto, hecho o fenómeno;
sino que es un proceso, una práctica social ligada a los sentidos,
intenciones e intereses que mueven y condicionan la cognición,
el hacer y ejercer ciencia.
La apropiación del conocimiento como bien simbólico y material
de la humanidad lleva al sujeto que genera y ejerce el conocimiento
a ubicarse en el momento histórico mediante actos de reconocimiento,
problematización y comprensión.
La apropiación del conocimiento es, en otras palabras, constituirse
como sujeto capaz de ejercer un conocimiento pertinente a
un contexto histórico, a un sentido político/social y a una
visión de alternativas de escenarios posibles, en los que
, ejerciendo el conocer, se construye lo social. Y es desde
la opción y decisión de apropiación donde los sujetos que
conocen articulan las producciones discursivas y las prácticas
sociales; es decir vinculan la acción discursiva del mundo
social, con la construcción social de los discursos ( CHARTIER,96)
Esperanza
La realidad y el conocimiento no son lo que son, sino la que
pujan por ser.
Recuperar la esperanza es para todos los humanos y en especial
para aquellos que sufren opresión, exclusión, discriminación
un imperativo existencial e histórico" necesario , pero
no suficiente. La esperanza sola no transforma el mundo, pero
no es posible prescindir de ella si se quiere cambiarlo. Necesitamos
un conocimiento crítico fecundado en la esperanza , como un
pez necesita el agua pura.
La esperanza como actitud epistémica de que podemos inquietarnos,
aprender, producir y resistir a los obstáculos que se oponen
a esa condición humana de ser. La esperanza es un componente
clave de las practicas sociales alternativas y de los procesos
de construcción de conocimientos que las alimentan. No habría
paradigmas de la complejidad, si careciéramos de esperanza.
Seria una contradicción si siendo conscientes del el inacabamiento
de los sujetos y de las condiciones de provicionalidad de
los conocimientos que generan, no estuviéramos predispuestos
a la búsqueda y que estas se hicieran sin esperanza. Que mueve
a un investigador?... la esperanza como un motor hacia lo
posible, lo probable, lo viable. La desesperanza es el borramiento
de esta fuerza. La Esperanza, diría el maestro Paulo Freire
" es el condimento indispensable de la experiencia histórica.
Sin ella la historia sería puro determinismo" (FREIRE 97).
Solo hay historia, continua, donde hay tiempo problematizado
y no pre dado. Los discursos de inexorabilidad e inflexibilidad
del futuro, la proclama del fin de la historia son sin duda
manifiestos del debil pensamiento, de la economía carcelera,
de las ciencias políticas gendarmes...
La desesperanza no es el motor del conocer. De allí que una
una configuración epistémica humana y compleja reflexiona
sobre las razones objetivas de las desesperanzas que inmovilizan
a los sujetos en sus búsquedas. Sería una contradicción promover
propuestas alternativas que le temen a lo nuevo, a su condición
de provisionalidad, que se someten por autoridad al fundamentalismo
fatalista que inmoviliza y quiebra razones estéticas, también
denominadas creatividades.
La esperanza necesita de la práctica, de la acción para no
quedar en un simple deseo. La esperanza necesita hechos para
convertirse en realidad histórica.
Por último, algunas preguntas epistemológicas, que quisiera
compartir para responderlas desde la indignación, la autonomía,
la apropiación y la esperanza; con palabras propias y apropiadas
que me permitan expresar: cuales son las opciones asumidas
que hoy condicionan y caracterizan mis procesos de conocimientos?;
Cuáles son las concepciones en teoría del conocimiento que
tengo ? Cómo abordamos los objetos de conocimiento? Los poseemos
? Los llevamos en el portafolios para distribuirlo entre nuestros
clientes? Utilizamos este objeto de conocimiento para alimentar
individuos o para estimularlos a conocer como sujetos autónomos
? Que soy sujetos que hace ciencia que conoce o un consumidor
de discursos ajenos, receptor pasivo de conocimientos?
CODA:
"La complejidad científica es la presencia de lo no
científico en lo científico, que no anula lo científico, sino
que por
el contrario, le permite expresarse."
Morin 1994
Alfredo Ghiso C
Funlam Fiuc
Medellín
Septiembre de 2002
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